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En curso - 2 relatos

En curso - 2 relatos

En curso - 6 capítulos

««Porque me ha acostumbrado a ti es que puedo quejarme. Porque aceptas mis quejas es que puedo discutir contigo. Porque discuto contigo es que sé que te amo. Te amo…idiota»»

Tic Tac…Tic Tac. El reloj de pared de la sala de estar seguía con su monótono ritmo mientras dos mujeres permanecían sentadas una junto a la otra. La que demostraba cierta intensidad en su imagen tenía las piernas y los brazos cruzados, mientras que la otra se mantenía apoyada en el costado del sofá, con un aire sereno. Ambas estaban mirando el cuarto…solo el cuarto…una rompió el silencio.

“En medio de un incendio en un condominio una pequeña niña ha sido rescatada recientemente por los bomberos. Se estima que esta tendría unos seis años, por ahora se sabe que estaría estable pese a haber inhalado humo. Seguiremos desarrollando la noticia cuando la policía entregue más detalles. Y ahora pasamos a otra noticia en desarrollo sobre…” La televisión, que sintonizaba un canal de noticias, y que tenía el volumen en exceso alto, fue acallada de pronto, escuchándose un leve “Bip” antes de que la pantalla se fuese a negro.

—¿No te parece que es igual a cuando te rescataron a ti, Luka?... ¡Ah, espera, me duele! —Pronunció una chica de unos catorce años mientras movía sus rodillas hacia atrás, estas se hallaban magulladas por una reciente caída. En su mano aun sostenía con fuerza el control remoto de la televisión como medida de soportar el dolor.

Si Gregorio Samsa hubiese lanzado la manzana de vuelta con las fuerzas que le quedaban, ¿cómo hubiese ido la historia?, ¿habría desfallecido con más dignidad? Yo creo que sí, porque ignorar a las personas que nos atormentan solo lleva a que suframos más, tal como él. Este pensamiento aleatorio cruza mi mente mientras intento sostener una conversación con la chica que tengo en frente. Decido externalizarlo para ver si eso rompe el hielo, pero ella no dice nada.

—Supongo que no te interesa. —Suspiro sonoramente. —Pero sabes, no me gusta cuando la gente elige el silencio ante mis comentarios, así que dejémoslo hasta aquí.

La idol número uno de Japón, la más linda, la más tierna, la más inocente, la voz pegajosamente aguda, la más talentosa entre todos los VOCALOID. Todas esas palabras actualmente se condensan en un solo nombre, Hatsune Miku. Todo lo que hace domina los charts de las principales plataformas multimedia de Japón, y varias veces, cuando las canciones o los videos desbordan una performance y un canto espectacular, que no puede ser negado, también llama la atención en el mundo, introduciéndose en las listas internacionales. Su existencia físico-virtual, que la hace eternamente joven, le da un plus en torno a lo que ella o los cientos de productores quieran expresar; en el género que sea y con la temática que sea. Ella logra lo imposible, canta lo que un artista normal no podría, llega más allá de las capacidades humanas, todo con una sutileza y profesionalismo que hace parecer que lo que hace no requiere mucho esfuerzo; aparentemente.

Cuando el cielo se abre ocurre algo hermoso. Eso pensarás si vienes a esta ciudad. Miles de luces en una mezcla de colores hacen que el mundo, en el respiro de un segundo, se sienta mágico. Y mientras descienden hacia el suelo en un cegador bamboleo todo parece ir más lento. Cuando el cielo se abre todos se detienen y miran, pues la postal es propia de una fantasía. Poco a poco, las luces comienzan a agruparse en pequeñas estelas de distintas formas, todo lo imaginable es posible para aquellas masas luminosas, que conservando su núcleo etéreo van tomando consistencia a medida que se acercan hacia el suelo; no, hacia nosotros.